Pertenece al libro "Fronteras globales. Cultura, politicas y medios de comunicacion"- Luchessi y Rodriguez.
Las autoras presentan una mirada crítica de los medios de comunicación que se puede entender como una propuesta. El concepto clave que definen es el poder y consideran que a lo largo de la historia se han producido disputas para detentarlo. Estas disputas se constituyen como un espacio de confrontación por la construcción y apropiación del sentido de una sociedad. El espacio de disputa de poder es el medio. Los medios son los que definen el sentido con el que se van a tratar los temas y la magnitud que le van a otorgar. Dan o quitan visibilidad. El problema es que los medios se presentan como espejos, transparentes, y la realidad demuestra que no son así.
Lo político pierde sentido para tornarse un producto – esto implica un retroceso ideológico- y la mediación entre los ciudadanos y el poder encuentra caminos como los consultores en marketing, encuestadores, asesores de imagen y comunicación que cobran importancia. De esta manera se encuentra en los medios masivos de comunicación el espacio propicio para discutir los alineamientos de la nueva política. Esto es la detracción de su práctica y de la ideología.
No pueden pensarse a los medios como meras cadenas de difusión. En los inicios del S.XXI los medios se transformarán en la arena en la que la hegemonía pujará para construir y acumular poder. Los medios de comunicación masiva y comercial son actores claves del funcionamiento social. También de la constitución y la dinámica que intervienen en las construcciones de sentido que fundan y dan entidad al campo político.
Aunque no es monopolio de los medios de comunicación, el poder simbólico encuentra en ellos un lugar donde procesar las representaciones sociales autorizadas. La acción política de los medios de comunicación equivale no sólo a producir, sino también a luchar por imponer representaciones.
Las relaciones de triangulación entre los medios de comunicación, el poder político y los ciudadanos ubican al poder político como un polo que interactúa con los otros dos. Entre ellos se establece un ida y vuelta que los retroalimenta y fortalece. En tanto espacio de representación, la política se desprestigia, se vacía de contenido y se despolitiza.
Los medios se convierten en actores de peso en las batallas por la hegemonía y entonces para el resto de la tríada el espacio regulador, constructor de mitos, temas y consensos es difícil de disputar. Los medios son actores partícipes de peso en el campo político, su posicionamiento frente a los conflictos de la sociedad está sesgado por su propia estrategia de conservación del capital acumulado.
Las representaciones de los medios se dan en el marco de un proceso de globalización –económica, financiera, política y cultural- en el cual los tradicionales conceptos de nación, región, cosmopolitismo, comunitarismo, son impactadas por la tensión entre lo local y lo global. Esto pone en conflicto la relación de cultura y política con los medios de comunicación. Los medios son parte de la globalización.
Las estrategias de los medios apuntan a construir la ficción de que sólo hay una mirada explicativa de la realidad. Se profundiza la matriz de un pensamiento único, reforzado por la inclusión de voces que no escapan a la dirección indicada por el medio informativo.